a Jesús, por darme tanto
Abrí las puertas del Cielo,
mi Padre esperando,
abrazo infinito sin final ni principio.
Oh, Maestro y amigo,
Dios de las aguas y de la tierra,
¿por qué tú siempre me das la sonrisa?
A veces no puedo comprenderla,
pero tengo a las Tres Marías
que me acompañan.
Te busco entonces, Jesús,
abriendo el alma,
contemplando tu cariño
distante y cercano
moviendo en mí las hojas y el corazón.
Mi Señor, origen de lo creado,
la otra ala del mundo,
la nube que no encuentro
pues desde siempre está en mí
y en la palabra:
todas mis gracias a ti.
Hoy desciende sobre mí
para ser, junto a ti, un ángel más,
Hoy desciende junto a mí
para ser un ángel nuevo.
- Autor: Gabriel ( Offline)
- Publicado: 7 de junio de 2015 a las 01:17
- Comentario del autor sobre el poema: Desde siempre crecí en una familia con una fe muy firme, pero en los últimos años me tocó vivirlo a mí de una manera más profunda e intensa, y, desde que empecé a hacerlo, me ayudó un montón en el día a día. Éste es un poema sobre el tema.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
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