Naturaleza Muerta...

Hay un grave síntoma en el aire...,

la enfermedad del mal, agobia

esa inocencia del oxígeno

perturbada por la paradoja

del dióxido de cárbono...,

que renace de las cenizas

para ser la mancha oscura

de esa esperanza depresiva

en libros donde se ha quedado

toda la filosofía de la vida...


Gravemente está la consciencia

reciclada en inconsciencia...,

donde se busca la necesidad

borrando las huellas del pasado

en un paraíso lleno de montañas grises

y árboles de hojalata

entre los prados de asfalto...,

criaturas manipulando el tiempo

entre un cristal consumiendo

la sed desértica de la naturaleza...


Las pocas bestias que están quedando

son manipulados desde su identidad sanguínea,

perturbando el equilibrio y el ciclo...,

inventando una nueva enfermedad del vacío

donde la libertad triunfa sobre la seriedad

desnuda de la celeste; sacándose la tierra,

secando sus lágrimas, y también las menudencias

del sudor que aún condensa sus vértices

orilladas de algunos peces sin escamas...,

hasta un punto donde se pueda sentir

su corazón en llamas; gritando,

removiendo su membrana, revolviendo

cada partícula invasora que ha violado

la naturaleza de la armonía omnisciente...


He ahí donde la inmensidad de la sarna

gesticula con amargura la tragedia

terrible, y entre lágrimas ácidas...,

el llanto del más débil, implorando

la salvación ante la calamidad

injusta de la creación

de haberle dado consciencia

a la destrucción...,

con ello crear su fruto más próspero 

y completo..., el ser humano.