Me invitaste a una suculenta cena
No imaginé que era en la cama
Me dijiste ponte cómoda nena,
Emocionada, dejé escapar hasta el alma.
Nos abrazamos fuertemente,
Y nuestros cuerpos quisimos fundir
Al besarte dejé nublar mi mente
Olvidando todo mí sufrir.
Nos despojamos de nuestro atavío
Lentamente sin dejar de besarnos
Destapaste la botella de vino
Inicio del ritual para amarnos.
El aroma y el calor de las veladoras
Alteró nuestros sentidos vertiginosamente
Me dijiste palabras reveladoras
Y Nos amamos sin descanso furtivamente.
D.R. Elizabeth A.Castillo Mtz.
- Autor: Liaazhny (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de junio de 2015 a las 20:48
- Categoría: Amor
- Lecturas: 83
- Usuarios favoritos de este poema: Marco Antonio (El Gringo), la negra rodriguez
Comentarios3
Sutil sensualidad.
Es un agosto leerte Arcoiris.
Saludos.
Marc.
El gusto es mio MARC
Gracias por tu visita, saludos.
Mmmm, se despojaron del atavío, ahhh, algún niveo pantalon ? Disculpe mi imaginación amiga. Estoy elucubrando "colhaa bshit?"
Bellas letras, besos.
DALE DALE DALEEEEEEE
MMMMMMMMMMMMMMMMMM
TIENE OBSESIÓN POR LA BLANCURA VERDAD?
GRACIAS POR SU COMPAÑÍA AMIGO, BESITOS.
ncantador momeno has relatado amiga muy bello,
besos.
Muchas gracias Negrita, tengo muy buena imaginacion jjejejeje
gracias por tu lectura, abrazos.
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