Mi tiempo y el tuyo frenaron en seco,
mi boca a tu boca sellada a fuego.
Piernas temblorosas ante ese eco
de tu voz en mi pecho y "un hasta luego".
Un "hasta luego", no "adiós" ni "hasta nunca":
para mi suerte, al día siguiente
volvió a ser mi piel de afiladas puntas,
volviste a besar mis labios dolientes.
Me salvaste de aquel oscuro infierno
que cegaba y eclipsaba mis pupilas
para llevarme hoy al sitio en que discierno
entre el mal y un alma pura y tranquila:
La felicidad.
- Autor: javiercald ( Offline)
- Publicado: 9 de junio de 2015 a las 20:07
- Categoría: Amor
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: Sophia Sea
Comentarios2
Muy bello la felicidad a veces dura poco, pero cuando llega hay que intentar retenerla.
Un saludo Shira
que bueno, eres un genio,,precioso y preciso,,quiero ser como tu cuando sea mas mayor,,,un saludoooo
¡Muchísimas gracias, amigo! Me halagas cantidad y me ayudas a seguir adelante
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