Inquieta,
reptando discreta,
cruzaba los dedos
y juraba
que se agotaron
las uvas,
sin preguntarse nunca
si prevenía o perjuraba.
Escuchaba
baladas rosas,
y con un paraguas
o un parasol
se cubría la cabeza
de la lluvia y el sol.
Elevaba sus plegarias
a cielos nublados
intentando confundirse
con la nada,
para que sus versos varados
en vacuas madrugadas
amanecieran
sin ayer ni mañana.
Alucinaba
con infusiones curativas
y su ansiedad
se motivaba
en la certeza probada
de la belleza de la vida.
Tenía nombre de mujer
y finalmente,
nadie sabe bien
si simplemente,
logró confundirse
con la nada
o si terminó en su ley,
Olvido se llamaba
- Autor: Estela Kobs ( Offline)
- Publicado: 12 de junio de 2015 a las 14:45
- Comentario del autor sobre el poema: 2015.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.