Escucho a Mozart por la noche y leo
a un tal Machado o a algún otro poeta,
hasta que llega el toque de corneta,
los ojos se me nublan y no veo.
Filtrando voy los duros de pesetas,
si algún verso me gusta, me recreo,
haciendo caso omiso a los profetas
pues la verdad se pudre en el aseo.
Creo que aún estoy vivo mas no creo
en aquellos que afirman ser estetas
subiendo a los altares con mil tretas,
a convertirse en centros de deseo.
Huyo de los que creen ser adobo,
el centro, la comidilla en los saraos.
Yo, aquí, desnudo, detesto a esos fumaos,
sólo soy yo y mi flacidez, un bobo.
©donaciano bueno
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de junio de 2015 a las 02:57
- Comentario del autor sobre el poema: Huye de los que se autoproclaman virtuosos de algo. En general sólo son respuestas a la falta de reconociento por parte de los demás.Además, siempre existiran otros, callados, que son mucho mejores.Éste es un sarcasmo.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: la negra rodriguez
Comentarios3
En resumen una vida sosegada disfrutando en soledad de las csas gratas que nos dejaron otros .
besos.
Un sabio muy sabio dijo un día; sólo sé que no sé nada.. Y tanto que era sabio.
Un abrazo
A veces los bobos son mas de aspecto que de coco; hay que oírlos y después te sorprendes. Por no ir mas lejos este: que hace caso omiso de profetas; que llama fumaos a los comidillas en saraos ....
No se yo si mas que embobado es un espabilado
Buenos tus cuartetos Donaciano. Un abrazo
No podría estar más de acuerdo. Un abrazo.
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