Vivir sin ti es vivir muriendo
tiznado es el mantel silvestre de mis huertos
entre muros de niebla sangre y pena
se cuaja el asombro que me ahoga por dentro.
Tu amor es relámpago clavado en mis ojos
ardor incandescente cicatriz de tu olvido
cofre nacarado de desdichas e hinojos
lluvia en llanto matándome de frío.
Y es que siembras tu bosquejo en mis ojos yertos
descuagulando tu belleza en el silencio de mis venas
de tu cruz a mi cruz arderán siempre los helechos
clavos son los segundos que abrazan mi existencia.
Diafragmando el futuro existencial de tu lejanía
mi tiempo trasciende en flama de larga espera
cual gladiador en su afán sereno paso los días
viviendo mi propia guerra sin que tú lo adviertas.
¡Oh! Mujer
Si supieras que ruedo por la pendiente de los siglos
devorando en plenitud el reloj de tu indiferencia
si pudieras imaginarme en el planeta de tu sombra
o aparecerte en los silencios de mis sueños y mis quimeras.
Viviré mis noches preñadas de eterna agonía
repasando en mi memoria la eternidad de tu mirada
prisionero de tu amor eterno todo lo daría
mi vida mi mundo mi ser…¡mi todo…! ¡mi nada!
Tato Ospina
DRA
- Autor: rafael ospina cadavid ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2015 a las 22:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 141
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.