No duermas para siempre,
Que yo no tengo lágrimas,
Princesa del rocío,
Que yo solo soy un ente,
y mi alma es una lápida.
¿Qué pasó con tu semblante?
Tu gran sonrisa dañada,
Yo no puedo ser tu amante,
Porque quedamos en nada.
Dejé algo en el buzón,
No quisiste mi pañuelo,
¿Qué hago si no puedo,
Encender tu corazón?
No duermas para siempre,
Todavía estoy dispuesto,
Espero que quede un resto,
Una sonrisa en tu vientre.
Puedo cambiar tu mirada,
Como nunca antes lo hice,
¡Oh! inocente e indefensa
Que yo admito que te quise,
Y ahora somos carnada.
- Autor: Apolo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de junio de 2015 a las 12:54
- Categoría: Amor
- Lecturas: 51
Comentarios3
Excelente versar, apreciado amigo. Un privilegio leer de vuestra pluma.
Saludos cordiales.
Carlos
Duro y muy sentido.
Saludos poeta.
Buen y sentido poema Apolo, triste en la belleza de tus letras.
Saludos amigo,
David
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