¿Qué hace él allí, en el medio del camino,
desnudo, incomprendido y solitario,
sufriendo el sol que abrasa, sin sudario,
carente del ajuar con el que vino,
por qué ha de soportar este calvario?
Sin alma, sin zurrón, sin pan ni vino,
vagando ausente y sin confesionario,
sin cuentas que guardar en relicario,
va en busca a su pesar de su destino
ausente, cual cigueña en campanario.
Las calles se entrecruzan en su mente,
la angustia se acomoda allí callada.
Nadie sabe lo que le pasa, nada,
hasta el viento se ha vuelto displicente,
para su mal no existe ya pomada.
Intenta allí poder armar un sueño
repensando en aquello a lo que amaba
y hasta el sueño contra él se rebelaba.
Tan triste se sentía, tan pequeño,
que un tiro se pegó. Y se despertaba.
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2015 a las 03:30
- Comentario del autor sobre el poema: Léelo hasta el fin. Y sonríe. En la vida, lo que siempre cuenta es el final. Estoy seguro que lo harás. Si no es así, estos versos serán un fiasco.
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Jesús Lantigua, pani
Comentarios3
Grande como siempre y grande es mi aprecio, querido amigo poeta. Abrazos.
GENIAL... DE UNA SENSIBILIDAD SUBLIME DESDE UNA PERSPECTIVA PURAMENTE HUMANA...
Para mi esta también hechos que me lleva a la pena de la componenda humana; el tito no lo esperaba; pero entiendo, que soñaba; pues nadie despierta después de un tiro, o tal vez, un cartucho de fogueo (ruido sin bala) muy bien hecha composición y tema.
Un abrazo
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