Apareciste un día, de la nada,
y de la nada te aprendí amar.
Me fui envolviendo
en una maraña de sentimientos,
quizás por casualidad, bella casualidad,
y el amor llegó contigo,
y el deseo y el sueño,
de tenerte conmigo.
Te he dicho te amo en silencio
y eso me causa alegría,
esa alegría espiritual que persiste
aún en la ausencia, aún a la distancia.
Haces que sucedan muchas cosas
tan maravillosas, bellas experiencias en mí,
como cuando cierro mis ojos,
abrazando mi almohada
y te veo venir hacia mí,
parada al pie de mi cama,
te tomo en mis brazos,
acaricio cada parte de tu cuerpo,
mis labios se convierten en olas
que arrasan tu cuerpo tiernamente,
soñando en tus beldades
y bellezas naturales que hay en ti.
Tus manos se deslizan en mi,
vibrando me aferro a ti,
sutilmente, naturalmente,
me siento lleno de amor,
de emoción, sumergido
totalmente, profundamente,
apasionadamente en este sueño,
que es melodía a mis oídos
y sangre de mi corazón.
- Autor: Poeta sin Alma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de junio de 2015 a las 02:10
- Categoría: Amor
- Lecturas: 498
- Usuarios favoritos de este poema: VOZDETRUENO
Comentarios1
Hermosa manera de amar a la distancia, dibujando con la mente el espacio vacío de la presencia tangible de ese amor, la pasión se desborda y la mente y el corazón crean un capullo de amor, muy hermoso...un saludo
LOLA CAMERON
Es hermoso este poema, pero su comentario no lo es menos.
Besos amigos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.