No puedo desprenderme de la sierra,
ni olvidar el olor de aquel camino,
aun a sabiendas que mi vino,
esta entre los amargo de la tierra.
Yo sé del vino amargo, lo he bebido,
en más de una ocasión a fondo vaso,
pero también he sentido en mi regazo,
a los seres más amado que he tenido.
Yo sé vivir a solas, no escondido,
entre arrebatos torpes y dementes,
yo sé el murmullo incierto de la gente.
He aprendido la diferencia del sonido,
a caminar caminos y pendientes
y a navegar el mar contra corriente.
- Autor: Toni (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de julio de 2015 a las 20:36
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: mariarl, Maria Hodunok.
Comentarios2
Soy un Cubano que vivo en USA,pero con mi alma y corazón en mi tierra.
bello
Muchas gracias por su comentario señora Mariarl,que bueno le haya gustado este soneto.
hermoso
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