Mujer no epitafies mi humilde verso
ni sepultes la crocante lluvia que yo inventé
no huyas de la piel ni te apartes de tus huesos
enciéndete en mí cual sol del amanecer.
Deslúmbrame en pastos de mísera estatura
más allá del deseo y del amor profano
en claves de poema sonata y mixtura
envuélveme en tus muslos donde yo me ufano.
No me dejes suspendido en la risa del viento
ni en la convulsa calle de pavimento lacerado
no me abandones en la espina del sufrimiento
jamás en el preámbulo del gozo consumado.
¡Ay! mujer tu ausencia estalla en mis espejos
desgajando siglos en efluvios envenenados
en este sótano entre formas difusas del recuerdo
poso las cenizas del fulgor y del sueño anhelado.
¿Qué racimos exprimen mis testículos?
¿por qué esta tempestad entre mis sienes de caucho?
¿acaso lo que arde en mi corazón no es puro?
¿por qué en esta soledad absurda sin ti no me hallo?
Preguntas sin respuestas en mi mundo cruel y pequeño
lenguaje metafórico mudo y doliente del deseo
fanático poeta loco iluso ya sin sueños
corazón destrozado ¡sin alma carne ni trofeo!
Tato Ospina
DRA
Colombia
- Autor: rafael ospina cadavid ( Offline)
- Publicado: 5 de julio de 2015 a las 16:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
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