Tiernamente se levanta
la luz de tan menguante
farol, y un suave llanto
delata a un mustio
ruiseñor
Los senderos están
marchitos y ebrios
de dolor,
mis venas llorán
sangre y amor
en mi ahogado corazón
Mas, en la penumbra
te elevas
como dichosa crusifixión,
y caminas tan nostálgica
como una gaviota
en la olvidada playa
Mas, en este sacrificio
carnal y astral,
tus labios han de beber
su ultimo vino
y mi alma
ha de respirar
su ultimo aliento
Y mi vida,
mi cruenta vida
huye como arena
en la fría mar
- Autor: Elpez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de julio de 2015 a las 23:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
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