Recuerdas  mis mañanas.

Exploro la selva en una amazona, tu vientre  la danza del sueño,  dejas caer flores  en cada movimiento, me has de sumergir en un ahogar en el desierto. el sol nota una tibia sensación en la piel,  y la aridez más alta en todo el sistema solar en un planeta en el que hidratarse con  el brebaje de sus labios se ha de sobrevivir  al beber de cada letra interpretada de la lengua del idioma que solo entiendo con el tacto, lenguaje deseado el de tu cuerpo de cuerdas al emitir el océano de versos creados con la fuerza de las sílabas unidas con el propósito de otorgar el sentimiento exhalado  sin  defectos al no importar para el candil de tus ojos llenos de emoción al pintar cada momento en el que observo en las noches el iluminar de la luna alegre menguante de luz, hasta este satélite  viajo al oír de su voz paradisiaca, el paladar al palpar tu pétalo  me lleva a un deleite  aún más suave a la ceda al tocarte con un beso, encontrando la velocidad luz para recorrer el universo.

el vuelo en un ocaso de algún mundo del espacio  en el esplendor que acaso recuerdas mis mañanas el crepúsculo,  al igual que al día no deja ver más que una estrella el fundir del núcleo fónico en una unión de cada tono emitido interpretando la palabra definiendo el pacto, melancólica melodía   la lejanía  a distancia de extremos polares se atraen con fuerza magnética los latidos, verte  reír  estando lloviendo o aunque sea invierno tu flor de piel han dejar caer los botones de cada hoja en el camino que has de recorrer ,  por el fuego de su sangre se escribe con el calor en este clima tropical.

Lincoyan Del Rosario.