Hace tantísimo tiempo no la veía llover así,
de noche; en lo oscuro,
apartada en el silencio absurdo del vacío,
convencida de que no era real
esta lluvia calcinante.
Las gotas se reflejan en las lámparas públicas,
y de la tierra saliendo niebla,
y de su boca saliendo fuego.
En su pelo díscolo y mojado
quedaba mi ilusión naufragando,
y de las gotas, la más diáfana,
la más pura y hermosa;
la que se resbalaba por su mejilla derecha
y rompía la sed de amor
cuando se deslizaba por nuestras bocas.
- Autor: Matsuo Blaine (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de julio de 2015 a las 21:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Ninfa de cristal 🧚
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