Confieso que me he confesado
con un Dios omnipotente
que no siendo común
no es tan diferente.
El ruego es como la siembra
que da frutos perennes
como la luz del sol,
mirar con mucho primor
que las sombras sean ausentes
Ahí va la lección
cuando la vida lo siente
si uno solo es cuerpó
el alma se vuelve ausente.
- Autor: Tú me interesas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de julio de 2015 a las 17:44
- Comentario del autor sobre el poema: Es bueno saber que el espíritu nos hace realmente seres divinos
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., Gisela Guillén
Comentarios2
El alma somos nosotros mismos, el cuerpo no cuenta.
Por ser mi primer dia, te tengo que comentar dos veces.
Muy bueno tu trabajo, amigo.
Cariños.
Mi querida amiga no se agote vaya despacito por las piedras,gracias por tu visita.
Confieso que me ha gustado mucho tu poema muy espiritual y sentido
Te dejo un beso amigo
Amiga siempre hay en el camino una piedra donde tropezarse y pensar que estuvimos a punto de caer, y cuando se ha caído tienes la oportunidad de pararte aunque sea herido, piensa ¿para que? te envío un beso con sumo cariño.
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