Me lanzo en cuerpo y alma a este soneto;
suicida por sus versos me despeño.
Hambriento amante herido me diseño
porque en tu corazón soy obsoleto.
¿Qué culpa tengo yo de tanto fuego?
Dirás, todo asombrado e inocente.
Pirómano, me has dado, letalmente,
una fruta de fiebre, para luego,
dejarme en ascuas y desangelado.
Huyendo voy de mí, pues me avergüenza
el Ícaro de cera de mis alas.
Si estás hecho de sol y me has quemado,
me apagaré en los predios de Sigüenza;
pues sólo llevo dardos, y tú, balas.
- Autor: Jorge García de la Fe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de julio de 2015 a las 07:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
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