Vine de la triste nada,
nada vacía y a solas,
existente.
Nada me impuso un destino
nada me trajo a mi sitio,
donde escribo.
Nada me puso a mi lado
gente que son más que nada,
más que todo.
Nada me dio la poesía,
me hizo abandonar la rima
en mi poema.
Llámalo nada, azar, Dios, física, química, energía.
- Autor: javiercald ( Offline)
- Publicado: 14 de julio de 2015 a las 21:08
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 32
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