CUIDATE

Hasta luego amor mío,
hasta pronto os digo
es aquí cuando inicia nuevamente el suplicio
con saber de tu partida

a la emprenda diaria

junto a ella, mi diaria agonía.

En general no me agradan las despedidas

pues son el ritual de inicio
para la inefable congoja
de la ausencia
por ello, al decirte las palabras “cuídate”, no
son para que sean escuchadas por las suaves
antenas auditivas,
sino os lo digo de forma tal
que puedas sentir las vibraciones del
timbre de mi voz acariciándote el
corazón y así puedas comprender que al pronunciar esta entrañable palabra quiero que sepas que la digo no para hartarte
sino para denotar el hecho innegable
de mi total aprecio por ti.
Mi deseo inexorable seria poder estar
a tu lado en todo momento para hacerte sentir segura, apoyarte en cosas tan simples
como levantar por ti alguna pañoleta
que se hubiese escurrido de entre tus finos dedos para caer al suelo,
abrir las puertas que necesites cruzar o
incluso ahuyentar a esos pesados bichos
que te atormentan; pero no puedo dejar que eso pase, usted tiene que ser usted misma,
enfrentarse a la vida,
-aprender del ella,
disfrutar de ella
y en general vivirla
de la manera más sublime
 por lo tanto no debo estar contigo
aunque fuere mi deseo más profundo,
aunque el tiempo del mundo
me perteneciese y pudiese darme el lujo
de derrocharlo por ti y para ti, considero
que eso sería ridículamente inconcebible
de esta forma, la palabra “cuídate” significa
aún más que decirte que te quiero,
que no me gustaría que nada extraño
te sucediese en mi ausencia
porque moriría al saber que no
poder estar contigo equivale a un riesgo;
por eso
 cuídate
 para que me cuides a mi cuidándote
y nada extraño nos pase…