SECRETO DE CONFESIÓN

ALVARO J. MARQUEZ

"En un confesionario avergonzado,/ confesé lo que hice para amarte,/ tanta lujuria tuvo mi pecado,/ que hasta el cura llegó a desearte".

 

Me hice la primera comunión un día,
como muchos de quienes me leen,
era muy joven aún y claro, sólo tenía
ideas que con los años se me fueron,
soy de esas personas que creyeron
y ahora por decepción ya no creen.

 

Es decir, sí creo siempre en Dios,
en su poder, en su amor, sus dotes,
creo que la naturaleza es como su voz,
pero aunque su tiempo le dedican,
no creo en quienes su palabra predican,
dejé de creer en algunos sacerdotes.

 

Uno de ellos me escuchó hace poco,
porque aunque no soy de los confesados,
les confieso que me volví como loco,
con una mujer desde hace años conocida,
le entregué todo mi amor, le di mi vida
y sentí que el alma se me llenó de pecados.

 

Le hablé a este padre de ella,
bajo secreto de confesión…
Le dije que es dulce, que es bella,
que amaba sus besos de miel,
que me fascinaba el olor de su piel,
su voz, su cabello, toda su pasión.

 

Me preguntó en dónde la conocí,
le dije por ahí, por estas calles…
Fue insuficiente la respuesta que di
y entonces, sonriendo al verme,
me dijo que para absolverme
necesitaba que le diera más detalles.

 

Le contaba de ella sin decir su nombre,
mientras lo escuchaba murmurar sus rezos,
me justifiqué por mi condición de hombre
para explicar mi hambre de ella, mi sed,
que un día la pegué contra la pared
y procedí a comérmela a besos.

 

Ella se negaba al principio, luego no…
y bajo mis caricias fue cayendo vencida,
dejó de rechazarme y se entregó
con una repentina y extraña calma,
fue entregándome toda su alma
y lo más valioso y cuidado de su vida.

 

Le hablé al padre de sus senos perfectos,
le insistí en que era divina, muy hermosa,
no me importó si tenía o no defectos,
amándome era una verdadera estrella,
al punto que hacer el amor con ella
fue como hacerlo con una diosa.

 

Ella se acababa de casar, he ahí el pecado,
aunque no me arrepiento, bendigo ese día,
su nombre aún no lo había mencionado
y cuando lo hice, esto no lo olvido…
el padre me dijo muy sorprendido
que él también la conocía.

 

Ahora lo tengo frente a mí, me buscó
y es verdad todo lo que aquí les digo,
tantos detalles ese día me pidió
para describirle el pecado aquél,
que ya ven cómo es la vida, ahora es él
quien está confesándose conmigo.

 

Porque llegó después a desearla,
aunque no quería aceptarlo…
Nunca pudo evitar imaginarla
y que le latiera apresurado el corazón,
conmigo no había secreto de confesión,
pero él tenía que contarlo.

 

Lloraba de rodillas, muy arrepentido,
yo sólo pensaba en su debilidad humana,
le di mi mano, tranquilo, muy decidido
y pensé en lo irónico de la situación,
el no saber qué hacer al haber una erección
debajo de una sotana.

 

Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
Todos los derechos reservados
Correo: [email protected]
Twitter: @poreros
Publicado el 29/7/2015
Imagen: De Google

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Comentarios4

  • Trovador de Sueños ...y realidades.

    Perdida en mi memoria está ya hace tanto tiempo... que en ellos y los que manejan las iglesias -todas- solo creo en Dios... en eso coincido absolutamente... como siempre es un Honor leer de tu sentir y pluma, una joya la que hoy dibujas, apreciado hermano.

    Un fuerte y cordial abrazo, paisano.

  • Brizas (Shira)

    Es una realidad que son hombres con deseos y debilidades, mi fe es hacia Dios y con el me confieso, la iglesia y los que la representan, hace tiempo que son para mi otro tipo de gobierno , y de ese tipo de política yo ya no la quiero.

    Un abrazo Shira

    • Brizas (Shira)

      Pues sí los apóstoles tenían familia.

    • Maria Hodunok.

      MAGISTRAL.
      LE PUISTE SU DOSIS DE HUMOR AL FINAL.
      TODOS SOMOS SERES HUMANOS, TODOS TENEMOS LOS MISMOS DEFECTOS Y VIRTUDES. RESPETO LAS RELIGIONES, PERO ALGUNAS VECES SON INJUSTAS, TODOS TIENEN DERECHO AL AMOR, PORQUE ESTO NOS FUE CONCEDIDO POR EL MISMO DIOS.
      ADMIRO TU FORMA EDUCADA Y PRECISA DE ESCRIBIRLO.
      UN PLACER LEERTE, POETA.

      CARIÑOS.

    • Alexandra L

      Excelentes letras, es mi opinión que nada mas cruel que el celibato, un hombre puede amar a Dios y servirle toda su vida, pero no a costa de sentirse poco menos que castrado, inhibido, reprimido, atropellado en su sexualidad, seria mas sincero y decente que un religioso se casara, fuera padre en verdad con hijos de su sangre, es cruel igual que las religiosas, tener que vivir reprimidos, masturbándose y peor sintiéndose culpables, no hay derecho en el nombre de nadie a tronchar una vida de esa forma. Un placer disfrutar tus letras.

      Un abrazo, feliz tarde, Alex.



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