Sé que estás donde el amor alcanza
manantiales de ternura y bálsamo
y que esparces en el óleo tibio
la unción permanente de la cascada.
Sé que fuiste a la fuente del dolor buscada
para borrar el dolor; lloraste sangre
y te abrieron el corazón los puños
en la piedra convocados.
Sé aun que secaste el llanto:
recogiste en tu copa silenciosa, callada,
todas las lágrimas, el sol y las fatigas,
los eclipses, los puñales.
Fuiste al corazón de la piedra encendida,
la apagaste con un diluvio de sangre coronada
y encendiste en su lugar un valle de luz:
una cascada de soles inagotables.
- Autor: Latino (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de marzo de 2010 a las 23:09
- Comentario del autor sobre el poema: Habla de alguien muy especial, que es puro Amor, y que nos hizo la vida posible.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 72
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