Carta a Santa Ana de Coro

Santa Ana de Coro, 26 de julio de 2015

Amada Madre

No sabes que dicha siento al ver a mi hijo crecer tal y como yo lo hice sobre tus caminos, es muy gratificante en verdad. ¿¡Sabes!? Me llega a la mente el recuerdo de cómo me sostenías con tu suave brisa al dar mis primeros pasos y como me dabas sombra bajo tus frondosos cabellos en formas de cují, ahora que lo pienso, hiciste lo mismo con mi hijo… Te cuento que siempre veo a los hijitos de mi amigo el bisure, aquel que me presentaste cerca de la mata de Zabila y le digo a mi hijo que esos son sus primitos, que no debe hacerles daño, y él me mira con cara de no saber que le digo, y yo trato de aclararle diciéndole que todos los que vivimos en ti somos hijos tuyos, y él me responde, aaah ya veo, es muy gracioso. Maíta, ya son 488 años de Vida, que felicidad de tenerte junto a mi todo este tiempo y el que nos falta, te deseo en tu cumpleaños una lluvia que refresque tus arrugas y llene de vida todos tus rincones. Qué alegría de tenerte, te amo gigante Doña Corito.

Daniel