La hierba se mece al compaz del sonido,
Minutos eternos en su soledad campestre.
La percusión fuera de tiempo desea caer en oidos sordos.
Ya que las aguilas no pueden levantar su vuelo.
Las chicharras desafinan en aquel coro rural,
Anunciando que en su sol acontece como se seca la última gota de aquella lluvia,
Oleaje que alimento aquellos anfibios y seco los hilos de sus atrapasueños.
¡Refrescante sabiduria y belleza celestial!.
Solo en el ocaso,creen que la minuciosa justiciera,
Se pueda elevar al alba,escalando y acariciendo las nubes,
Nubes que gemian a su nostalgia del baile de las alas.
El atardecer espera y la justicia prevalecerá.
Ya que sublime es el prado y bella es la canción.
Soñaron con saltos,piruetas y lloraron cuando la comedia termino,
En su lamento el telón cayó y la ternura fue derrochada sin agasajo para su alma,
Esencia eclipsada por aplausos anónimos sin minuto de gracia.
Como el arte de la melodía, como el arte del amor.
- Autor: federicolparodi ( Offline)
- Publicado: 30 de julio de 2015 a las 07:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 76
- Usuarios favoritos de este poema: Bambino, Rosas María
Comentarios2
Excelente poema.
Saludos compañero
Tremenda casería de letras.... Bienvenido y gracias por darnos de ese poema...
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