La Niña de la Guerra

Phedro

Mirabas la tarde pasar,

mi niña de ojos grises,

la larga noche al llegar,

mirabas y te reíste.

 

Reías por no llorar,

en la pena de tus días,

tristes lágrimas de sal,

guerra, muerte, y vida.

 

Sangraba, fría, la tierra,

en el aire la ira,

arañabas la hierba,

niña, mirabas y reías.

 

Ya no oías gritar,

ni nadie ya exclamaba

gritos de lucha y mal;

ahora la noche callaba.

 

Y la tierra durmió

con pesadillas de calma,

y la mañana lloró

el adiós de tu alma.

 

Oh pequeña niña flor,

dijiste no a la vida,

ya no se oye tu voz

ni el canto de tu risa.

 

Te fuiste con las hadas,

muy lejos, a las estrellas,

a cantar cada mañana

donde no existe la guerra.

 

Phedro.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios2

  • Phedro

    Gracias, Lolaila.

  • Andrea Fernandez Castro

    Un hermoso y emotivo poema que acongoja el alma.
    Un gusto leerte. Saludos,
    Andrea

    • Phedro

      Muy amable, Andrea.



    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.