Mírame cuando te hable a los ojos, permitiendo con mis manos apartar tus manos del rostro, sin importar que al hacer vea tus ojos, llorar, pudiendo tus lágrimas traspasar mis dedos al dejar escapar esos sentimientos reprimidos del corazón y que junto a mí, nunca derramaste sufriendo por este amor que hoy agoniza a falta de tiempo y espacio de amar y por el desprecio de pequeños detalles, como aquel ramo de Rosas que al piso fue a parar, demostrando por tu silencio que entre Tú y Yo, pareciera, que ya no hay nada más que hacer al no permitir que mirándome a los ojos, sin bajar la cabeza por estar llorando, me hable sincera y sentidamente, tu corazón…, syglesias.
Comentarios1
el silencio mata el amor
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