No se ni lo que escribo, pero mi alma siente
Una honda sensación que la convida
A buscar en sus adentro el enigma
Que turba su calma dejándola abatida.
Esta zozobra que se arraiga y crece
Como fuego letal sin encontrar salida,
Y me obliga a esconderme entre las sombras
Como perro acosado, como fiera herida.
Estas ansias inmensas de matar, si, de matar,
Destruir con mis manos las fieras que pasean,
Entes sin corazón, seres de piedra
Condenados a vivir en la miseria.
Asesinos que cuando matan rezan,
Pidiéndole a los santos que siempre los protejan,
¡Recójanse en si mismos que ya la hora llega,
se acerca el cataclismo, ya suena la trompeta
y el juez que ha de juzgarlos tranquilo los espera!
¡Ya se abren las entrañas que del Vesubio suenan
Revuelvese furioso el mar contra su arena,
El ángel de la muerte que con su espada juega
No encuentra otros diez justos que aplaquen la condena!
¡Caed seres sin alma, esquirlas de la tierra
Verdugos implacables,
La muerte ya se acerca al hombro la piqueta,
Sonriendo entre las sombras… su reino está muy cerca!
- Autor: ESSAU (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2015 a las 15:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 99
Comentarios1
gracias por tus comentarios Lolaila, perdona que hasta hoy te responda pero es que he estado haciendo un sinfin de cosas,
saludos cariñosos querida amiga
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.