Cuando la noche olía a ti,
El silencio llegaba antes para vestirse con tu nombre,
Como una yedra intangible y autentica.
La paciencia olvidaba su bautismo,
Los muebles, ventanas y pasillos,
Abandonaban sus modales de estatua y se hacían yo,
Yo también era mueble, ventana y pasillo.
El invierno, la primavera, el otoño y el verano,
Se desesperaban por la conquista de tu cuerpo,
Yo era otra estación en esa vital batalla.
Las aves aprendían cantos nuevos,
También las campanas, el mar y sus inexistentes sirenas,
¡Ah! y la lluvia invadía los espacios más enigmáticos.
Hoy que la noche perdió su fragancia,
Solo habitan ruidos practicantes,
La paciencia recobró sus votos,
Solo soy yo,
En mitad de campanarios monosílabos, olas mudas
Y lluvias que se dejan caer sobre charcos antiguos.
LRL
11-8-2015
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de agosto de 2015 a las 21:10
- Categoría: Amor
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades.
Comentarios2
Expresivo poema, muy bien dibujado por tu desbordante pluma, apreciado amigo. Siempre un honor leer.
Saludos cordiales y un fraternal abrazo.
Carlos
Gracias Carlos...Y te repito, el que me leas hace que el honor sea mio. Fuerte abrazo!
Cada vez encuentro mas hermosos tus poemas, a pesar de esa ausencia que le da el toque melancólico.
Un abrazo Shira
Gracias Shira, por personas como tu es que me animo a seguir escribiendo... Besos especiales!!!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.