A M.
I
manos
que nombraron a mis ojos en la ligera noche de abril
caricias
que hicieron huír a los hacedores de la muerte
labios
que besaron a otros labios que besaron a otros labios
mano
que guió mi mano en llamas y la llevó al encuentro apacible de los sexos.
II
ni la belleza de Antinoo te hace sombra
ni la fuerza de Adriano te es extraña
pues belleza y fuerza te ennoblecen
un poco más y has caminado el mundo
yo te distingo cada vez que te nombro
entonces tu nombre aquieta las cosas y las hace posibles
tengo abierta la puerta de mi casa
para compartir la música que fatigan los navíos
cuando pasean al borde de colores y dan vida
te regalo mi perro de cobre
y mi corazón
que hace tiempo gira alrededor de la tierra
también el ave que canta en la siesta diciendo sus amores
ven
con tus largos dedos mojados por la lluvia
y échate al río
deseo la desnudez de tu cuerpo
sentir cómo tu cuerpo habla en cada rincón de mi pecho
mientras
animales de ojos titilantes te observan y recitan
aquellos versos que inventamos en dos noches seguidas
cuando el frío se retiraba
triste y vencido.
G.C.
Direc. Nac. del Derecho de autor
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de agosto de 2015 a las 13:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor
Comentarios2
es un gran poema Guillermo... con ese final espectacular... cuando el frío se retiraba, triste y vencido... muy bueno... un abrazo.
jaque.
tu comentario me llena de felicidad; muchas gracias
Guillermo
Lo guardo entre mis favoritos. Saludos Guillermo. Un abrazo
Mallito
Mallito:
Muchas gracias por dejarme tal mensaje que para mi es muy gratificante.
abrazo
Guillermo
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