Hay brusquedad en tu mirada
y letras de canciones antiguas.
Yo sé que existe un vaso de mantras
en el negro orificio donde sepultaste
mi cadáver carente de lírica.
Pasó un día y luego dos…
Al tercer día el ojo que todo lo ve
sentenció con fuego e ira coordinada
la ignorancia de los más astutos.
A veces sucede que no hay
ni un gramo de vida rentable
tras los ojos de la muerte.
- Autor: Alexander Vórtice (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de agosto de 2015 a las 00:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.