Perdimos los versos en la noche de oscura poesía... melancolía que decían que te enamoraría, alto precio pagaría con condena fría de no escuchar tu voz en melodía, era de esperar que llegara este día... el día de un fín sin final en el final de los días...
A MI QUERIDO ÁNGEL PERDIDO.
¿Sabes cuándo uno se siente correspondido y no es real lo que vive ni ha vivido?. ¿Dónde estás mi ángel perdido?, dónde se hallan tus sentimientos afligidos dime, dime por qué con palabras no has respondido, por qué tus buenos días no han existido de tu puño y letra hacia a mí, que soy tu ser querido, artimañas de las nuestras has elegido para comunicarme que nuestra unión sería un solsticio en un valle de esperanza, con aguas Deva de añoranza, pero con la tardanza es una pesadilla la que avanza en mi loca cabecilla, que no aprende de venganzas.
Subida en la repisa, melena al viento que busca tus palabras y sonrisas, que sin escucharlas mi alma se atemoriza entre silencios que de verdad, pasan lento pero a la vez deprisa y no se como detenerlos, cómo parar nuestros momentos y que pasen los tormentos, porque ya no se ni lo que siento, es el puto lamento de que nunca acierto, es la conexión esta que no entiendo, y desde aquí arriba, en la repisa, dejando que me acaricie el viento con su brisa, escuchando el agua de un afluente que portará agua eternamente, pues no estaba seco, por lo menos en mi mente, yo conseguí escuchar sus aguas en un eco del presente, pasando a pasado velozmente, para crear un futuro improvisado, con alguien que conocerme no ha aceptado, tan sólo en este papel mal redactado, por un poeta dejándose la piel por no ser abandonado, poeta no yo... sino él... un ser extraordinario.
Y en el diario respiré... vestida de blanco sin tacones, me descalcé, pies pálidos, no tengo una tez de los desiertos áridos aún viviendo en el, mi piel no es como un cálido atardecer, es un invierno frío al parecer, no hay calor que merezca tener por hechos del ayer. Mi cadena contigo no se va a romper, hoy quisiste unirnos, y ya no se si me alejé, rabia de no haber recibido lo que esperaba tener, unas palabras de cariño, pero no eres como un niño, y hasta ahora no lo supe entender, puede que te acuerdes de la desconocida en alguna aurora, pero ya no recordarás como nos conocimos, en qué día, en qué hora, o cuantas composiciones nos dedicamos en nuestro mundo, ese que yo idealizo en lo más profundo, producto infinito de mi mente todo lo que siente porque tu mi ángel no existes realmente, tienes tu vida, tu presente, sin heridas aunque mi alma a mi me lo diga, solamente es una voz que me fustiga, pero hay veces que en la soledad me abriga, porque puedo estar rodeada de mil vidas, pero sin esperanza la mía está perdida...
Y dormí... y soñé... y me acerqué a esa cascada que caía, cristalina, fresca melancolía, hice lo que nunca haría, meterme en aguas que desconocía, me empapé, vestido blanco echado a perder, melena en mojado, lágrimas ahogadas, yo era un ser destronado, y ahí fuí a perder el poco orgullo que me ha quedado tras haber luchado, por una ilusión, quizá por conocer de verdad el amor que el destino me dio a probar y me ha arrebatado pensando que no me causaría un dolor, pero se ha equivocado, no es que dejara un amargo sabor, es peor, mi alma en pedazos destrozados al haberla arrancado de lo que era yo, un ser despiadado y sin corazón, que llegó y se enamoró, de ti, de tu vida y honor, pero no te pude coger en la huída y perdida ando buscando mi corazón.
Sumergida con pasión, asombrada por el fondo y su decoración, pulmones no aguantan la presión que me atraganta, y me mata todo el humo que pasó por mi garganta, aguanta hasta salir al exterior, ojos cerrados, sola yo en la oscuridad de mi interior, y desde dentro me imagino esa voz, a lo lejos por un camino de maleza sin espejos, un ángel rubio de los embelesos, aparecía para la unión que finalizaría la agonía con un beso...
Que bonito sería todo eso, espera, que aterrizo, no es esta realidad la que nos hizo, no existe conexión de verdad, mi mente la inventó porque quiso, sino ya estaríamos juntos, volando por el cielo, hablando de nuestros asuntos, pero no, no hay consuelo, asique aquí, en la repisa, tan lejos del suelo te mando una lágrima y una sonrisa, por todo lo que haces que nazca de mi en mi agujero, que no será muy certero pero tiene la ventaja de tener un lapicero, para no enloquecer y poder contarte con tinta lo que guarda mi tintero, que no es fácil que seas de enero, más joven, que el espíritu nadie te lo robe, tiene un pedacito mío y si se pierde saltaré al vacío, desde esta misma repisa donde tengo montado este lío, donde hace mucho que a nadie sonrío de corazón y sin prisa, saltaré y sentiré la libertad mientras caigo deprisa, sabré lo que se siente volar sin nada para aterrizar, dime, ¿eso es lo que me querías enseñar?, sin nada, ni un paracaídas, ni brazos para poderme parar, eso no, no es amar, por eso me tengo que desengañar, que todo es producto de mi realidad, nada semejante a la vida de verdad.
Otra vez no se si lo que cuento es verdad o delirio del momento, nunca guardé resentimiento, me envolví en esto y ya saldré en algún momento, no hay prisa cuando tienes una vida que abandonas por las repisas, si algún día la unión nos hace fuertes seremos dos felices por siempre.
- Autor: Dreamcatcher (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2015 a las 21:11
- Comentario del autor sobre el poema: Si te tuviera en frente, no me saldrían las palabras, se lo que generas en mí, nadie lo hace, nadie me hace sentir así, eres la más sutil de las drogas que engancha y ya no puedes dejarlo jamás.
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 41
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