Su mirar calma mi alma,
chispeante por la noche;
solitaria como la paloma,
ella me quiere sin reproche.
Infinito y azul como el mar,
brillante como las estrellas;
dulces sueños en el altar,
ríe, cubierta entre toallas.
Una lagrima, sus ojos florecen,
chispeante en el infinito;
la veo, y los suspiros crecen,
del cielo, ella baja despacito.
El silencio yace extinto,
soñarla por siempre quiero;
el mundo con ella es distinto,
por ella mil años espero.
- Autor: Dreymons (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2015 a las 00:58
- Categoría: Amor
- Lecturas: 168
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