Nada...

Que triste es no sentir nada cuando besas a alguien.

y esa historia se repitío en nuestra vez primera

nada, es lo que sentí.

pero tenía tantas ganas de hacerlo,

que me motivé a intentarlo en nuestro siguiente beso.

y así fue,

en nuestro segundo encuentro algo cambió, algo se rompió.

tal vez fue esa gélida barrera de cuya fuerza me jactaba 

o quizá esa frialdad dañina o podrida que presumía con cínico orgullo,

si fue una cosa o la otra... eso nunca lo sabré.

pero de lo que sí puedo estar segura es

que como nunca antes,

al fin pude sentir.

sentí que no había un tiempo,

sentí que no había un espacio, 

sentí que no había un lugar tan perfecto,

un lugar tan cómodo,

un lugar tan tranquilo,

como el que me regalaban tus cálidas manos.

pero me detuve un momento y lo noté,

noté que ahora me faltabas tú,

porque nada es perfecto,

y tú nunca estuviste allí.

ví que mientras yo intentaba moverme al centro del camino,

tú mirabas distraído,

con esa expresión triste y solitaria

irremediablemente hacia atrás

totalmente inmóvil al borde del camino

ví que me había equivocado y te habías equivocado,

porque había tantos y solo me gustabas tú,

porque tú no podías dejar atrás tu pasado,

tú seguías viéndola a ella y a nadie más.

no te odio, no puedo hacerlo,

en realidad nunca fuimos nada,

solo queríamos saber qué nos pasaba esos días

solo queríamos saber por qué nuestras miradas se cruzaban y sonreían

solo queríamos divertirnos...

y realmente lo hice al principio.

Es solo que hoy, 

después de un tiempo de pensar a diario en tí

y en por qué un día solo desapareciste

me pregunté de repente...

¿por qué nunca me dijiste que no sentías nada?

¿no crees que esto hubiera sido lo correcto?

porque...

si lo hubieras dicho,

no sentiría como una pobre humana común, que es en lo que me he convertido

si lo hubieras dicho,

no soñaría con molinos de viento

si lo hubieras dicho,

aún tendría esa inocente curiosidad de sentir.

si lo hubieras dicho,

no gastaría mi tiempo pensando en tí

como ahora.

mientras escribo esta carta,

¿tú qué estarás haciendo?

¿estás durmiendo?

¿acaso estás pensando en ella?

¿escuchas esas canciones melancólicas que me hacen entenderte?

eso no lo sé.

pero lo cierto es, 

que yo no ocupo tus pensamientos...

no te culpo, nunca dije lo que sentía.

y ahora, después de un largo suspiro,

dejaré de escribir,

porque solo quería mostrarte un pensamiento,

y terminé contándote nuestra historia,

esta historia que no es nada,

esta historia que es solo mía,

y si me preguntas si me enamoré de tí,

diría firmemente y mirándote a los ojos, que no.

porque qué sentido tendría

enamorarse del desamor,

porque qué sentido tendría 

enamorarse de un fantasma,

porque qué sentido tendría

enamorarse de la nada...

                                  ...ypluma