Aprendí de la vida

Que la mejor manera de retener es dejar ir

que lo que se va siempre vuelve
y lo que se da es mas tuyo que nunca.
Que nada se pierde porque nada nos pertenece
que la verdad no siempre es única
y algunas guerras solo las gana el amor
que todos los cielos entran en una mirada
y que una mirada puede ser tus infinitos reflejos
Que los besos más profundos no se dan con los labios
que las caricias son libres expresiones del alma.
Que el sexo jamás le gana al amor
aunque en el amor el sexo es fruto, por si solo caduca.
Que giramos eternamente en nuestros errores y aciertos,
que quien te odia te admira
y que a veces quien te envidia te hace bien.
Que tus enemigos también te enseñan
cuando tenés abierto el corazón.
Que poner a otro sobre vos no te humilla, te enaltece.
Que el amor no pide permiso y que se va cuando quiere,
pero que lo que deja nos hace privilegiados.
Que cuando camino, caminamos todos
y que el tiempo no para, por suerte.
Ni la muerte es irremediable
porque esconde las esperanza de encontrarnos.
Que lo que no dije ayer
todavía puedo decirlo mañana
pero mejor si es hoy.
Que al quererte me quiero
y al quererme te quiero más.
Que el silencio es mas ruidoso que el sonido
y en mi desorden me encuentro.
Que del dolor se aprende, pero de la alegría no se olvida.
Que nada más bello y original
que cuando no interesa la belleza

y que la delicadeza es más sensual
Que lo que entra en mis bolsillos es demasiado
cuando me rodean quienes amo.
Principalmente aprendí
que todo puede aprenderse de nuevo
porque nunca es tarde.
Pero eso... ya todos lo sabemos.

Verónica Postigo.