Tengo las manos heladas,
El corazón solitario en una caja,
Tiemblan los dedos de las manos heladas,
Al tocar el corazón que sigue en la caja.
Ya no late libre, ese corazón ahora frío
Y la viciosa soledad congela mis manos,
Rompe mi alma.
Maldigo a la niebla en voz alta: "-Márchate, niebla, no me iré contigo!"
Y nadie viene a sacar el corazón de su caja.
Dejo mis manos caerse de frío,
Y morir con el corazón aun en la caja,
Sin manos.
Sola.
Y llorando rodeada de niebla a las 6 de la tarde un Domingo.
- Autor: Abby D. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de agosto de 2015 a las 05:03
- Categoría: Triste
- Lecturas: 81
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