Dormido a la sombra del árbol del olvido
su barba desatada en blanco armiño
está allí quieto sin hacer ningún ruido
un anciano que alguna vez fue niño
Su envejecida frente de pesar se abrasa
en sus pasos cansados ya no nacen espigas
en su cabeza ya se pintan hebras de plata
llora sin esperanza con su alma vencida
Sufre y calla sofocando de sus huesos el gemir
su cantar se ha perdido en el ayer de los tiempos
una tarde desolada vió al cielo a su esposa partir
ahora siempre camina solo adonde le lleva el viento
Apenas se apresura pues su caminar le cuesta
en completo desamparo sin nadie que le acoja
en las noches en cualquier rincón se acuesta
y si las nubes arrastran tormenta él se moja
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Autor:
alejandro guardiola (
Offline) - Publicado: 24 de agosto de 2015 a las 10:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., Trovador de Sueños ...y realidades., pani, Beatriz Blanca
Offline)
Comentarios2
Siguen doliendo tus letras, poeta.
Una historia repetida en miles de nosotros, que, solos en el mundo, nos dedicamos a escribir poemas, porque no tenemos otro rumbo.
Tristes versos, pero excelentemente escritos, amigo.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras MARIA pero la soledad es mala consejera
te va robando el alma poco a poco , un abrazo
Cuanta tristeza derraman tus letras, el corazón se consuela dejando salir las penas. Excelente poema amigo.
Un sincero y sentido saludo.
Gracias BEATRIZ pero es triste ver las residencias llenas de ancianos a los que sus hijos han dejado allí como a un trasto viejo
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