Así es como sucedió,
Tácitamente siniestro,
Así es como no dejo de pasar
La angustia del remordimiento.
Vagando sutilmente en el árido y
Ardiente frío de tus miserias,
De tus olvidos, de tus males,
Acaso no viste la suma
Sustancial de tus crepúsculos,
Si tus olvidos se recuerdan siempre,
Acaso no es musical la voz de tu silencio,
Hasta siempre tanto silencio.
Y en la mañana cae la tarde,
Acaso el corazón es un maquina
Sin sentimientos, y el alma
Es una ausencia imperdonable.
Francisco De Tescia.
- Autor: Francisco De Tescia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2015 a las 12:35
- Categoría: Amor
- Lecturas: 42
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