Crucé el abismo con un arpa y 2 muecas
expuestas al brillante iris destructor.
Luego, estando ya a salvo, me quité la piel
y fui humano.
Mordí los errores pasados y escupí dilemas.
Me senté en el trono vegetal y evaporé
con falanges el humo del averno.
Al fin creí en la suerte y el número 7 habitó
en mi médula.
Suele ocurrir que somos destino
sin concretar...
- Autor: Alexander Vórtice (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2010 a las 21:34
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 1418
Comentarios1
el numero 7 encierra muchos secretos, es verdad, pero, hay que vivir simplemente muy bueno tu poema me gusto mucho.
Noto que te gustan los números... Algo hay detrás de ellos, supongo que lo sabes... Un gusto. Gracias por tu comentario.
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