¿Y a dónde iré?
Si la luna es una taberna roja
todo el cielo desplumado
y las calles ya no son aquellos labios
que besaban mi traje gris por las mañanas?
Yo soñé con barcos apacibles,
ahora un domingo de cal es mi trofeo.
Pero a dónde iré para romper mis estrellas?
La noche está allí, inventándome.
Las calles ya no son aquellos labios
que besaban mi traje gris en las auroras.
Ahora espero pan y gracia.
El tiempo es corto.
Angustia y amor hieren en mí a un desposeído.
Estación de mí mismo.
Amor para qué.
Cuando golpeen a mi puerta, errante,
trataré de huír.
G.C.
Direc. Nac. del Derecho de autor
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2015 a las 11:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 80
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, pani, sandor
Comentarios5
CÓMO HUIR DE UNO MISMO...
Muchas gracias por tu opinion.
saludos
Guillermo
No hay que huir hay que enfrentarnos un saludo
Gracias por tu opinion.
saludos
Guillermo
No se puede huir de uno mismo: abrí la puerta, ¿quién sabe...? La vida es sorprendente. Un abrazo, amigo.
Querida Melba:
La vida nos sorprende a cada momento; tenés razón.
Un abrazo fuerte
Guillermo
por esas calles del corazòn...son hermosos versos en tan bello poema
Gracias, Pausa
saludos
Guillermo
Poema extraordinario, y que te hace dar cuenta de que escribir es evitar la huída, y la buena poesía te salva.
Un abrazo
Carlos
Creo que es muy bueno tu razonamiento: escribir es evitar la huída.
Gracias, sandor
Guillermo
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