Yo soy el diablo que conservó sus alas,
y también soy el cráneo que tú pisaste sin recelo.
Soy el sobrenombre que necesita
un calificativo incómodo
para que comience la contienda
que le da sentido a todo lo sufrido.
Soy la cobertura de epidermis
que lamió el papel de tu última carta de amor;
soy la nota discrepante que tú aborreces,
ésa que alguien ama en silencio.
Yo soy la horca de tu tormento venéreo.
Además soy un elogio abrasado
bajo el balcón desde donde nauseaste iras.
Todavía soy la cifra exacta de todos tus temores,
la aguja que jamás se perderá en un pajar,
el lamento de una mujer perseguida
entre las espesuras atroces donde la luna llena
se presenta como la más desalmada
de todas las condenas.
Hoy en día soy la sombra de lo que fui…
Mansamente soy el menosprecio que valora
la tumba donde moran tus huesos insanos
de tanto como deseaste matarme –en vida-
sin conseguirlo –en muerte-.
- Autor: Alexander Vórtice (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2015 a las 18:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 108
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