FRANCOTIRADOR
Soy muerte que llega en el diminuto espacio
que apenas existe entre respiro y respiro
Soy el chispazo lejano y el humo grisáceo,
que apunta tu nombre en un atávico papiro.
Soy el tache en ése antaño y extenso pergamino
escrito con la tinta extraída de tu venas
juez y verdugo que en un segundo dictamino
aplicar de un gatillazo implacables condenas.
Si mereces mi mirada, no mereces tu existencia
eres un condenado en camino hacia el patíbulo,
tengo a la segadora esperando con impaciencia
a que le abra la puerta de tu sangriento vestíbulo.
Soy la medusa mitológica, con visión petrificante
no necesitar mirarme, basta con que te encuentre
para cuando sientas el visaje de dolor electrizante
habrá terminado el viaje que empezaste en el vientre.
Algunas personas no debieron ver la luz del día
o al menos no errar hacia un camino tan retorcido,
yo pondré el punto final de tu violenta letanía
abriendo un boquete en tu cerebro podrido.
No dañarás más a otro niño inocente
ni una sola dama, anciano o jovencito,
frenaré de golpe tu ímpetu demente
con un solo disparo, preciso y exquisito.
Eres otro casquillo de la recámara escupido
que cae a la par de tu cadáver pesado,
otro cuerpo con un cráter recién aparecido,
un muñeco de vudú con un alfiler atravesado.
Se apaga la luz de tus ojos corrompidos,
lo noto desde la mira de mi fino instrumento,
apenas y se inmutan mis rítmicos latidos
al cumplir certero, mi patriótico juramento.
No niego que disfruto mucho de mi trabajo,
por el rito táctico y balístico que incluye,
pero nada se compara con cortar de un solo tajo
a un ente como tú, que todo lo que toca destruye.
Estoy soy, esto hago… para esto vivo,
éste es mi talento y mi bendita maldición,
proteger los indefensos es mi único motivo
y extinguir a los malignos mi única misión.
-OLIMPIA 117-
- Autor: Olimpia117 ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2015 a las 18:57
- Categoría: Carta
- Lecturas: 518
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