Sentado inútil,
con el corazón ardiendo,
con los dedos rápidos,
y los ojos inquietos...
Sentado inútil,
recorro el teclado,
para matar el tiempo
y exorcizar el miedo...
Sentado inútil,
he perdido el anhelo,
he perdido las ganas,
he perdido el deseo...
¡Tú me has condenado!
¡Tu estúpido silencio!
¿para qué me llamaste?
¿para qué me quisiste?
Sentado inútil,
esperar tu regreso
al menos por un día,
al menos por un tiempo.
Sentado inútil,
se me va mi esfuerzo,
de mil modos trato
de matar el tiempo.
Nada me sosiega,
nada está en silencio,
yo sentado inútil,
yo ya no me tengo.
Ya sólo unas horas
estaré inquieto,
cuando acabe el día
te olvidaré, ¡lo prometo!
- Autor: Javier Arias ( Offline)
- Publicado: 27 de agosto de 2015 a las 16:39
- Comentario del autor sobre el poema: Este lo escribí en un momento de ansiedad, mientras esperaba un mensaje que aún no ha llegado...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 83
Comentarios1
Se viven esos momentos que nos llenan de inquietud como lo plasmas en tus letras
Saludos amigables
Al final valió la pena saber esperar! Esa ansiedad continua poco a poco puede convertirse en enfermiza a menos que se desmadeje escribiendo, y a veces reencontrando lo perdido. Gracias por tu comentario. Por aquí nos vemos.
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