Pemíteme decirte, una vez más,
la alegría que siento,
de tenerte en todo mi ser.
Agradezco todo lo que haces por mí.
Pienso que muchas veces
no soy merecedor de tu amor.
¿Pero cómo no he de amarte
con todo lo que otorgas
a mi vida?
Tus enseñanzas bajadas desde el cielo
hacia la tierra.
La música de paz
que siento en mi alma,
a través de tus palabras.
Una vez más, te pido
disculpas por no ir a visitarte.
Eres Tú el que hoy me visita.
Eres la fortaleza de mi existencia.
Eres hoy, la gran razón
de mi vivir.
Miro la foto
que te he sacado en la
Basílica de Mar del Plata.
Y allí estás, muerto,
después que te han crucificado.
Me detengo, y recuerdo
el momento en que
gozoso buscaba tu imagen.
Te encontré, fotografié,
y en la cabecera de mi cama estás.
La real foto no puedo plasmarla, aún.
La tenía hace un tiempo,
pero al destruirse el disco duro,
me eliminó cualquier cantidad
de fotografías, las cuales ahora
estoy sacando con mi celular, fotos.
Con la cámara no he podido.
Me la robaron hace unos meses.
Dios, en el cielo
y en la tierra.
Dios en mi alma.
En mi vida.
En mi cuerpo todo.
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 28/08/2015)
-
Autor:
hugo emilio ocanto (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 28 de agosto de 2015 a las 08:38
- Comentario del autor sobre el poema: Un momento y realidad de mi vida. Una imagen que no he podido plasmar, porque aún no la he pasado en mis imágenes. En su reemplazo coloco el altar de la Basílica San Pedro y Santa Cecilia de la ciudad de Mar del Plata, donde está el cuerpo yaciente de Jesús. Espero les agrade este poema, que sale de mi alma, por amor a Dios y a mis semejantes. Pasen un feliz y maravilloso viernes. HEO.
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., Eben79, santos castro checa
Offline)
Comentarios7
Sentido y profundo poema, hermano poeta... Lamento la pérdida de esas fotografías; me ha ocurrido algunas veces. Disfruté tu entrega de hoy.
Un cordial abrazo, hermano poeta.
Carlos
Gracias, hermano poeta. Imposible haberlas podido rescatar; menos mal no me borró poemas.
Gracias por tu comentario.
Un cordial abrazo, hermano poeta.
Hugo Emilio.
Dios en toda nuestra vida Hugo.
El no nos abandona, y no necesita de fotos para conocer tu corazón. El escucha los silencios de tu pensamiento.
Grandiosas letras de alabanza nos has dejado hoy y me uno a ellas.
Abrazos inmensos, amigo del alma, que tu dia sea perfecto.
Dios siempre con nosotros, María.
En mí ha hecho milagros, igual que en vos.
Él no nos abandona, como nosotros no tenemos que abandonarlo nunca.
Bello es lo que me dices, amiga.
Pasa que esa imagen la quiero mucho, y deseaba y deseo que ustedes la conozcan.
Tu gran amistad, te hace decirme cosas bellas para mi alma, María.
Que el Señor te bendiga, y pases maravillosos días.
Abrazos, amiga Nro. 1 del portal.
Gracias Huguito. Dulces sueños y muy felices. Abrazos.
Espiritual poema , es una imagen que siempre nos sobrecoge , pero al mismo tiempo transmite mucha paz .
Un abrazo Shira
Muchas gracias Shira.
DIOS TE BENDIGA.
Un abrazo.
Hugo Emilio.
lindas letras; Así pasa, nada esta seguro; lo único y duradero es la bendición y el amor de Dios: saludos
Gracias Borealara.
Dios siempre está presente en nosotros,
y no debemos dejar de amar NUNCA.
Saludos, poetisa.
Hugo Emilio.
Bellísimo poema de un hombre que encuentra la luz y el amparo de la verdad que en el Creador se esconde; Hugo Emilio es grande tu poema y genial tu interpretación...
Muchas gracias Raúl por tu presencia y comentario.
Es un acto de fe ....
que en la nebulosa de nuestra humanidad gira y gira y en su órbita sabe darnos respuesta....
Mi amigo del alma, que gusto leerte y escucharte otra vez....
Saludos para tu alma desde mi alma...
Aunque a veces decaigo, la FE vive en mí, John.
Parte de la humanidad, es terrible.
Pero hay que cerrar los ojos, y pensar en mejor futuro.
Pase lo que pase, Dios vive en mí.
Muchas gracias John, por la atención de tu presencia y comentario.
Saludos para tu alma desde la mía...
...no decaigas, hermano...no decaigas.
Abrazos del alma.
He de superarme, Santos, y tú has de ayudarme.
Abrazos del alma.
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