Bailamos los dos...

Un paso a la vez en la cercanía
De dos almas perdidas en la noche,
Una melodía hacía estragos en la radio
Dentro de los corazones que explotaban
Por dentro…
Las manos apretadas junto al pecho,
Mientras la cintura suavemente deslizaba
Susurrándome al oído me escuchabas
Cantarte una poesía descontrolada
Tus alas cubrían mi cuerpo como un hada
En vuelo eterno por la nada…

Lentamente tu perfume penetro
Dentro de mi piel…
Tu suspiro invadió mi pecho erguido
Mientras el ritmo de esa música compasiva
Recorría cada rincón de nuestros cuerpos
Como aquel transe maravilloso del baile…
Nos llevamos tan suavemente al con fin
De una noche que se ha vuelto mágica,
Que se ha vuelta eterna en las almas
Que divagaron por los temas que sonaban
Las campanas azules que adoraban
Tú mirada…
Invadiendo cada centímetro de la mía…

Así en cada paso de ternura extrema
Ya no podía soltarte esta vez…
Mientras nuestras venas pedían a gritos
Besarte una y otra vez…
La piel se lleno de erizos de belleza
La calma rompió el silencio atroz,
Tus besos húmedos de un bello comienzo
No dejaron rastros en la madrugada,
Ya no necesitaba curarme el alma
Las cicatrices se habían marchado
Para siempre…

Y así bailamos…
Bailamos los dos…
No tuvimos idea alguna del tiempo
Que haya transcurrido…
Simplemente cerramos nuestros ojos
Y nos dejamos llevar en el intento
De soñar lo más bello de todo esto…
Vos escuchando en pecho
Como el latir del amor nuestro,
Vibraba ahí dentro…
De tu corazón.

Christian A. C. Vázquez