Tengo una cuñada
más alegre que unas castañuelas,
por sus venas corre sangre andaluza,
de Baza para más señas.
Trinidad es su nombre,
sus andares de firmeza,
soñadora, tierna y dulce
con donaire de princesa.
Eres de mi hermano la esposa,
su más fiel compañera,
madre abnegada y cariñosa
con todos los que te rodean.
Es toda tu linda persona
emblemática como tu tierra,
¡La Torre del Oro, La Giralda
y de Sevilla su Feria!
¡No cambies nunca "arma mía",
sigue siendo el salero de Andalucía
y alzaremos juntas nuestras copas
para brindar por la familia!
¡Yo quisiera Trinidad
que me quisieras como una hermana,
contagiarme de tu alegría
y saber bailar sevillanas!
Fina
- Autor: Fina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de agosto de 2015 a las 18:23
- Comentario del autor sobre el poema: Buenas noches amigos: El Salero de Andalucía la escribí en el 97, ya un tanto lejana en el tiempo, y la foto de cabecera también pertenece a esos años. Mi cuñada Trinidad es cuanto describo en el poema y mucho más, que junto a mi hermano Juan, forman un matrimonio ejemplar... Un saludo.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 171
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades., Jareth Cruz
Comentarios3
Bello homenaje... lindo y dulce poema que engalanas con tu pluma; sembrando el amor y el salero en una hermosa familia, casta de esa bella tierra sevillana. Una alegría inmensa leeros, dulce y querida amiga.
Cálido abrazo con cariño; os deseo una grata y serena noche.
Carlos
Muchas gracias mi querido Poeta Carlos. Siempre tan atento a comentar mis humildes letras de una belleza y sentimiento inigualables.
Un abrazo.
Como andaluz te digo: no somos los mejores, tampoco los peores...pero somos nosotros.
Saludos.
Buenas tardes Andrés: ¡¡Por supuesto que sois vosotros... una auténtica raza donde las penas se vuelven alegrías, así es Andalucía!!
Muchas gracias por leerme y un placer contactar con un andaluz, ya sois dos en mi vida.
Un abrazo.
Soy nieto de andaluza
chica como un dedal
ni con sus mentiras ilusas
a nadie le hizo mal.
Casada con madrileño
gigantón de gibraltar
mi abuela lo hizo leño
sin quererlo perjudicar.
El abuelo la quería
como bastón de sus pasos
la abuela lo sostenía
como caballo a su lazo.
Un beso chileno con mucho cariño.
Un placer inmenso por su atención y un gusto leer sus versos tan bellos que he leído con pasión. Si realmente lo que expresa en ellos es así... tiene usted mucho de español.
Un abrazo desde la lejanía...
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