Me encanta esa manera tuya de verme sin mirarme.
Siempre pidiendome que me quede en casa cuando son tus ojos los que me llevan a todas partes.
Y es que...
no sé.
Pero esos maravillosos trampolines color cafeína son los culpables de que yo esté aquí, a las tres con treintaicinco de la mañana, saltandome los sueños.
Siempre, a la mañana siguiente, me reclamas las ojeras,
que no son mías, sino tuyas.
Y después, con esa sonrisa de estocada, me ofreces una azucarada taza de café.
Y despierto.
Descubro que esos dos charcos infinitos en los que me baño cada mañana no son la playa constelada de la que hablaba Octavio Paz,
Y sin embargo sigo sintiendo celos al leer tus ojos.
En mi móvil.
En cada rincón de Chihuahua
que me sabe amargo y me hace desear que estés aquí.
Todo con el fin de endulzarlo.
Aunque no seamos los de antes.
Aunque mires a la camara...
Y no a mí.
Sonríe.
- Autor: J. H. Rivas Galochel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2015 a las 03:33
- Categoría: Amor
- Lecturas: 115
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Lorenzo13, nelida moni
Comentarios4
Javier ,
Hermoso su poema Sonríe. Le deseo mucho éxitos.
Saludos,
Jaiah
Muchas gracias, Jaiah. Le deseo éxito y más. Un abrazo.
Esa madrugada pensado en ella, hace que te inspire un bello poema.
Un saludo Shira
Desde la hermosa Chihuahua nos llegan los hermosos versos del poeta J. H. Rivas...
Un saludo de amistad de: El Hombre de la Rosa
Lindas pinceladas de amor inspiradas en una hermosa musa, con hermosos ojos color café que acarician la brisa y cautiva el corazón. Feliz día amigo Poeta. Dios te llene de bendiciones.
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