Yo me atreví a querer subir una montaña,
caminando siempre por el precipicio,
apoyándome en una rota caña,
que se quebraba más, desde el inicio.
Fue el chasco mas grande de mi vida,
sin embargo no estoy arrepentido,
pues fue de lo bello que he vivido,
incluida también como caída.
Hoy, la satifacción de no callar cuando se ama,
me llena la vida de sabores.
Algunos me queman como llama,
otros, solo me quedan los ardores.
Autor:Bernardo Arzate
- Autor: Bernardo Arzate Benítez ( Offline)
- Publicado: 2 de septiembre de 2015 a las 00:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 130
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades.
Comentarios2
Expresivo poema, fina pluma para dejarlo en tu lienzo, hermano poeta. Un placer leer.
Saludos cordiales.
Gracias,mi hermano de letras.Agradesco humildemente tu edificante visita.Saludos
yo tampoco "no estoy arrepentida"
un agradable poema.
Hola Gaby,Saludos. Gracias por tu amable visita.Un amistoso abrazo.
Bernardo
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