Y llega un día en el que te cansas de ver tantas personas ir y venir en un lapso muy corto de tiempo, y quieres que de una vez por todas, siquiera alguien, sepa permanecer. Y no huir al ver tus caídas, tus moretones, tus heridas. Que te invite a volar en su cielo, porque en el tuyo hay demasiadas turbulencias como para emprender vuelo. Que no te idealice, sino que te quiera tal y como eres: con las cicatrices y con tu alma cansada. Mira, yo qué sé de la vida, pero ojalá llegue un momento en el que llegue alguien que tenga miedo de perderte a ti y no quiera soltarte la mano cuando ya hayan cruzado la calle. Que te dé más motivos para sonreír, que razones para llorar. Sí, chicos, hay alguien que está dispuesto a dar todo su mundo por verlos sonreír y por poner el suyo cuesta abajo para ser los primeros en ver el amanecer, que tiene las ganas de congelar el tiempo en una fotografía y así no sean tan frías las noches de invierno. Un día sentirás cómo todo comienza a encajar en tu habitación, cómo el viento te trae a ti lo que tanto deseaste y cómo empiezas a olvidarte de quien te hizo daño. Una noche tendrás a alguien que te caliente las manos, que te abrigue con un abrazo y puedas dormir sin que tus pensamientos sean esos hijos de puta que te ahoguen en un profundo mar de lágrimas. Te morderá los labios y te hará sonreír a mitad de un beso, te cantará y tratará de que tú no te caigas de nuevo, acariciará tu piel y la hará suya también. Irán los dos persiguiendo al miedo de frente y te sobará el pelo mientras duermes. Y ese alguien te pondrá muchas corazas y te quitará ese peso que llevas en los hombros.
Pero ese alguien será el mismo que te hará llorar cuando deje un vacío imposible de llenar, que te hará temblar de frío al ver sus fotografías.
Los días pasarán desapercibidos; los meses, incluso los años tendrán ese sabor amargo que suelen dejar los seres que no son de este mundo, porque dudarás hasta de su existencia, pero tendrás unas marcas en tu piel que te recordarán que fueron reales.
Todo se escuchará como la canción más triste. Y entonces cada verso te hará sangrar, porque entenderás y sentirás en carne propia lo que significa la letra de la canción.
Tus noches pasarán de ser tranquilas, a ser un infierno. Te quemará oír su voz en los mensajes que dejó en el buzón, te quemará leer los libros que te recomendó, te quemará ver las estrellas y recordar cuando decía que algún día sería una de ellas. Y tú tratarás de encontrarle con urgencia, porque le necesitarás como puede necesitar el enfermo, la cura.
Y te parecerá tan irónico que sea su sonrisa la que te hará llorar como ese niño que se le ha escapado su globo de las manos y sabe que nunca más lo volverá a recuperar.
Habrá un amor en tu vida del que no te recuperarás jamás.
Y ese será el amor que te matará y luego andarás muerto en vida.
- Autor: DivinoCaos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2015 a las 02:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 83
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Trovador de Sueños ...y realidades.
Comentarios2
Una hermosa muestra de tu genial arte literario DivinoCaos
Un abrazo de amistad y afecto...
El Hombre de la Rosa
Expresivo, profundo y un sentir inmenso en cada verbo que dibujas de este poema, se siente con alma y corazón... cada trazo... hay tristeza, pero no deja de ser hermoso en esa dimensión; es un placer leeros, dulce y querida amiga.
Cálido abrazo con cariño; os deseo una serena y grata noche.
Carlos
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