Aboca en mi ser tu alma, ¡te lo ruego!
¡De cuán desaforado regocijo me llena!
Solo de tu amor vivo en carpanta.
Concédeme ser sagrario de tu existencia.
En devoción a ti, cual vigoroso fuego,
empedernida en verte asumo la espera,
y a pesar de la esperanza que me levanta,
exasperándome está el tiempo y la distancia.
Otórgame entonces cada día por la eternidad,
pues éste idilio deseo habitar en prosperidad.
- Autor: Agápē (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2015 a las 00:17
- Comentario del autor sobre el poema: Por Ro, y para Ro.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 35
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