Te escuche llorar, me falto el valor,
para descubrir donde te escondes,
me quede con un nudo en la garganta,
me marche en silencio.
quizás tuve que irrumpir, tomarte entre mis brazos,
qizás debí llorar junto a ti,
pero marche en silencio, la soledad te acompañaba,
me marche callado, la soledad me devoro.
otra tarde de azules agrisados en el cielo,
me arrime a tu puerta,a buscar tu compania,
antes de tocar, te escuche llorar,
en soledad como aquel día,
y el temor de no saber abrir la voz para curar heridas,
me detuvo quieto, solo supe huir,
que dolor te acompaño esa tarde, no lo se,
solo se que dolor me acompaño.
otra vez vine a tu casa, para saber de ti una mañana,
el silencio reinaba frente al cerrojo de tu reino,
y me volví a marchar,después de ver tras la ventana,
que otro amor sentado al borde de tu cama,
supo llenar tu corazón con la alegría,
que no supe yo brindarte amor cuando llorabas.
Carlos Gabriel Plenazio
- Autor: Carlos Gabriel Plenazio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2015 a las 11:14
- Categoría: Amor
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, santos castro checa
Comentarios5
Profundo, existencial, sincero.
A veces cometemos errores, no sabemos escuchar, comprender o compartir.
Me ha gustado mucho, me ha tocado particularmente... gracias.
Un fuerte abrazo
Kavi
...nostálgico...nostálgico.
gracias amigos por leer mi trabajo me llena el alma de una manera que ni imaginan saber que mi trabajo les ha gustado o les a tocado de alguna manera eternamente agradecido
¡Excelente! Un golpe al corazón.....
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