Sentado a orillas del Bósforo,
Ilusionado por el aroma de sus tres reinos,
Y adormecido por el susurro, y el vaivén de sus secretos,
Esperaba iluso, el tierno consuelo de tus besos.
Se durmieron sin pensar las palabras,
Entre la bruma y el arrullo del Mar Negro,
Se quedo quieta la mirada, y despertó el desconsuelo,
Hoy mi corazón se ha abierto,
Y en su rojo y sentido lamento,
Pronuncié tu nombre como un secreto,
…Melek.
Mi despertar, sensible a la luz almíbar del Mármara,
Me ha devuelto la esperanza,
Que como cada día y noche de Estambul,
Me entona el suave arrullo de una Paloma,
Aquella que antes fuera un Hada,
Aquella que fuera perdonada,
Como Paloma de Pasabagi,
Como mujer enamorada.
Hoy tus Alas de Ángel
Ayer tu vuelo, de Hada Encantada,
Hoy te vistes de tiernas plumas,
Cuando ayer eras viento sobre las almas.
Hoy pronuncié tu nombre,
Como secreto de mis canciones,
Hoy eres Hada hecha un Ángel,
Que vuelas como Paloma;
Hoy te llamé por tu nombre…
Melek Kanatlari.
- Autor: Alejandro Iza (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de septiembre de 2015 a las 04:40
- Comentario del autor sobre el poema: Por lo hermoso de su tierra y la rica historia en ella tejida; siempre tras las huellas del Amor.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 84
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.